domingo, 24 de octubre de 2010

Crítica de ‘Wall Street: El dinero nunca duerme’

Un joven agente de bolsa quiere medrar en el mundo de las finanzas pero es traicionado por su mentor. Es entonces cuando le pide ayuda a Gordon Gekko, que acaba de salir de la cárcel. Éste parece haberse redimido y no quiere saber nada de los negocios de Wall Street, si bien cambia de idea cuando descubre que el muchacho es el prometido de su hija Winnie y que, por tanto, puede servirle de ayuda para acercarse a ella.

No sabría qué decir de ella. Es una película que no es buena ni mala, ni tendría nada que destacar de ella. Tiene un argumento muy actual que podría haber dado como resultado una gran película, similar al que está alcanzando “La red social” (película basada en el nacimiento de Facebook). Sin embargo, es la parte más actual la que tal vez peor funciona y encima la complicidad entre Douglas y LaBeouf es prácticamente nula. La parte más dramática y familiar es posiblemente la que logra convencer y hacer que la película no sea un auténtico tostón.

Las interpretaciones no pasan de un simple aprobado. Ni siquiera Michael Douglas, con el personaje por el que ganó el Oscar hace más de 20 años, logra algo excepcional. El protagonista, Shia LaBeouf, me ha sorprendido positivamente ya que no esperaba nada bueno de él. Tal vez los mejores (aunque tampoco para tirar cohetes), sean Carey Mulligan y Josh Brolin, sobre todo la primera. Actores de renombre como Frank Langella o Susan Sarandon no tienen suficiente tiempo para nada.

En fin, que no la considero una buena alternativa de ocio, pero tampoco creo que vaya a hacer bostezar a (casi) nadie.

2 comentarios:

ArturO dijo...

Totalmente deacuerdo, lo mejor para mi es la Mulligan, y una que otra escena bien escrita...
Pero tampoco esperaba mucho más
Saludos....

...... dijo...

Aún no la veo, pero tengo muchas ganas. En especial por Mulligan que siempre es el elojio de la película.