Sinopsis: César (Luis Tosar) trabaja como portero en un edificio
de apartamentos. Aparenta llevar una vida triste y solitaria, pero lo cierto es
que se lo pasa muy bien... a su manera. Aprovecha las ventajas de su trabajo para
espiar a los inquilinos y obligarles a afrontar situaciones complicadas con la
información que les va sonsacando. Pero la llegada de una chica preciosa
llamada Clara (Marta Etura) trastoca los planes de César. A partir de ahora,
sus juegos se volverán más siniestros y peligrosos... incluso para él mismo.
Crítica: Nueva muestra del gran potencial que tiene el cine de
género español, y de mano de una de sus cabezas más visibles: Jaume Balagueró,
que en esta película es capaz de crear una atmósfera asfixiante sin necesidad
de recurrir a efectismos baratos.
Es cierto que el guión es lo
más flojo de la película, pero eso no evita que el giro final sea excelente, y
que cuente con algún que otro diálogo brillante.
Luis Tosar sigue acumulando
grandes papeles y vive su mejor momento profesional, superando al que vivió
entre 2002 y 2004. Aquí vuelve a demostrar el gran actor que es y todo el
talento que le queda por demostrar. Marta Etura no se queda atrás, y con un
personaje totalmente opuesto, también logra brillar. Alberto San Juan y Petra
Martínez están correctos, pero es que tampoco tienen tiempo para mucho.
Y como sugirió Dani Rovira
en uno de sus monólogos, para después de mirar debajo de la cama, es mejor tener
un plan.
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