La Academia concede a la actriz el galardón
honorífico por “su enriquecedora contribución al cine español a lo largo
de varias décadas, su gran versatilidad interpretativa y su enorme
capacidad de trabajo”
La
actriz Concha Velasco, que el próximo 29 de noviembre cumplirá 73 años,
recibirá el próximo Premio Goya de Honor, que ha sido acordado por la
Junta Directiva de la institución por unanimidad. Miembro número 121 de
la Academia, entró a formar parte de la entidad el 29 de mayo de 1986 y
es, desde hace varias décadas, uno de los rostros más populares y
queridos del mundo del espectáculo en nuestro país. Con más de 80
películas, numerosas obras de teatro y musicales, discos, y grandes
éxitos en la pequeña pantalla, ‘la Velasco’ cuenta con uno de los
currículums más extensos de la profesión.
En sus primeras declaraciones, ha
manifestado que “nunca pienso en lo que me ha quedado por hacer, pienso
en lo que he hecho. Nunca recuerdo a la gente que no me ha llamado,
agradezco a los que me han contratado y han permitido que mi familia
viva muy bien gracias a mi profesión”. Esta “actriz de tripa, tal y como
decía Berlanga”, según sus palabras, se ha definido como “una buena
intérprete. Mi carrera en cine es seria y he tenido la suerte de
conectar con el público, como otros muchos actores del cine español. Me
alegra mucho porque soy mujer y todo lo que soy en esta vida se lo debo a
mi carrera en la gran pantalla”.
En este día tan especial, Velasco no se
olvidó de sus compañeros –“los actores españoles, en todas las épocas,
han tenido una calidad inmensa, y no siempre reconocida. Hablo tanto de
los secundarios, que han sostenido y sostienen nuestro cine, como de los
protagonistas, porque la fábrica de sueños necesita de ellos”–. Recordó
tras estas palabras a Tony Leblanc –“un amigo al que le debo todo”–;
Manolo Escobar –“las cinco películas que hicimos juntos están a la
altura de las que hizo Katherine Hepburn con Spencer Tracy”–; López
Vázquez; Alfredo Landa; Manolo Gómez Bur; y Fernando Fernán Gómez.
Pim, pam, pum…, ¡fuego!, de Pedro Olea, y Teresa de Jesús,
a las órdenes de Josefina Molina, son los trabajos de los que se siente
más satisfecha Concha Velasco, que se quitó la espinita de trabajar con
Berlanga en la última cinta que dirigió el maestro valenciano. “No soy
de las que espero en casa a que suene el teléfono, he perseguido a
directores y productores cuando me he enterado de que había un papel que
me gustaría hacer”
Tuvo palabras para las que han sido sus
predecesoras en el galardón: Rafaela Aparicio –“he trabajado con ella
toda mi vida, era mi amiga y la he visto actuar enferma”; Imperio
Argentina –“era la actriz preferida de mi madre, yo quería ser ella
cuando veía cine, y de ella aprendí a reírme hasta cuando estoy haciendo
drama”–; y Josefina Molina –“es maravillosa, gracias a ella hice Teresa de Jesús”–.
Concepción Velasco Varona (Valladolid, 1939) debutó en el cine con La reina mora (1954), de Raúl Alfonso; pero será en 1958 con Las chicas de la Cruz Roja,
de Rafael J. Salvia, cuando la pucelana se convierta en representante
de la nueva comedia española, que rompió moldes con el cine de
posguerra. Según el Diccionario del Cine Español, dirigido por
José Luis Borau, la “entonces Conchita Velasco encarnaba la imagen de
muchacha moderna pero honrada, simpática y no casquivana, redicha,
pícara, con sentido común y respetuosa del orden, es decir, una perfecta
novia”. Tras éste vendrían un sinfín de títulos: El día de los enamorados, de Fernando Palacios; Los tramposos, de Pedro Lazaga; La verbena de la Paloma, de José Luis Sáenz de Heredia; Las que tienen que servir, de José María Forqué; En un lugar de la manga, de Mariano Ozores; Tormento, de Pedro Olea; y La colmena,
de Mario Camus, entre otros muchos. Alfredo Landa, José Luis López
Vázquez y, sobre todo, Tony Leblanc y Manolo Escobar, fueron algunas de
las parejas profesionales de esta intérprete, cuyas últimas apariciones
en el celuloide han sido Rabia, de Sebastián Cordero; Enloquecidas, de Juan Luis Iborra; Chuecatown, de Juan Flahn; Bienvenido a casa, de David Trueba; y El oro de Moscú, de Jesús Bonilla. También coprotagonizó junto a Michel Piccoli Paris Tombuctú, última película de Luis García Berlanga.
La actriz, que en 1987 recibió la
Medalla de Oro de las Bellas Artes y en 2003 la Medalla de Oro de la
Academia, ha sido candidata dos veces al Premio Goya: en 1989 como Mejor
Actriz de Reparto, por Esquilache; y en 1996 como Mejor Actriz Protagonista, por Más allá del jardín. También
ha presentado la gala de estos galardones en dos ocasiones: en 2006,
junto a Antonio Resines, y en 2001, junto a Loles León y María Barranco,
entre otros.
Muchos de sus éxitos le vinieron en el teatro donde ha trabajado en más de una treintena de obras, entre las que destacan Filomena Marturano, Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?, La truhana, Don Juan Tenorio, Inés desabrochada, La vida por delante, y Concha, yo lo que quiero es bailar,
obra que relata sus 50 años de carrera y representa en estos momentos
en el Teatro La Latina de Madrid, bajo la dirección de José María Pou.
Ha desarrollado también una carrera paralela en el medio televisivo,
donde trabajó junto a Josefina Molina en Teresa de Jesús. También ha participado en ¡Mamá, quiero ser artista!; Yo, una mujer; Compañeros; Motivos personales; Herederos; Las chicas de oro, y en la actualidad Gran Hotel. Desde enero de 2011 presenta el programa ‘Cine de barrio’.
Fuente: Premios Goya
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